Manuel Castells: Arde Barcelona. Pero también Santiago. Y Hong Kong. Y Quito. Y hasta hace poco Paris.
25 de Outubro de 2019, 9:38
Explosiones sociales
Arde Barcelona. Pero también Santiago de Chile. Y Hong Kong. Y Quito. Y hasta hace poco París. Y múltiples focos de indignación a lo largo de este planeta en crisis ecológica, social y política. Las causas son diversas, pero las reacciones y el paso del movimiento pacífico al enfrentamiento con el orden establecido son muy similares. Reivindicación de salir del olvido de las regiones marginadas francesas. El precio del combustible en Ecuador. Aumento de tarifas del metro y la creciente carestía de la vida en Santiago. Demanda de derechos democráticos en Hong Kong. Lo común es que en ninguno de esos casos y otros muchos han existido canales políticos e institucionales para negociar: el Estado se ha cerrado en banda y la respuesta han sido los antidisturbios y el ejército. Empieza a tener sentido (y lo digo con tristeza) el análisis de mi reciente libro sobre la crisis de la democracia liberal, donde mostré que la gran mayoría de los ciudadanos no confían en los partidos políticos, no se sienten representados por parlamentos y gobiernos y piensan que la clase política en su conjunto está atrincherada en la defensa de sus intereses y de su corrupción. La democracia no existe, por muchas elecciones que se hagan, si no anida en la mente de los ciudadanos. Es esa confianza en las instituciones la que está siendo puesta en cuestión, induciendo, en primer lugar, nuevas alternativas políticas de izquierdas o derechas. Y cuando estas tampoco funcionan (porque las estigmatizan como populistas y van a por ellas las cloacas del Estado y los medios de comunicación), no queda más que la calle, las acampadas, las manifestaciones. Y a la violencia de las tropas de élite responden espontáneamente los que no pueden ya contener la rauxa –palabra catalana que siempre ha acompañado al seny cuando desborda el sentimiento de injusticia y faltan canales de expresión institucional–.
La fuente de esa violencia puntual es la frustración política de toda una generación... segue aqui
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Porto Alegre, a unidade em primeiro lugar
13 de Outubro de 2019, 21:28Não é de hoje que os partidos de esquerda nos devem uma unidade para enfrentarmos as eleições em Porto Alegre. Creio que a maioria das pessoas progressistas e de esquerda de nossa cidade não aceitam mais que os diferentes interesses internos dos partidos estejam acima da construção de uma confluência de forças capaz de vencer as próximas eleições. Esse sentimento e significado de uma unidade entre o PT, PSOL e PCdoB, desde o primeiro turno, ecoa nas conversas das ruas e das redes e desperta um sentimento de otimismo com a possibilidade. Sim, assim podemos ganhar!
Acredito também que não podemos deixar que essa construção passe somente pelas instâncias internas dos partidos, pelas reuniões entre os dirigentes ou pelas ‘frentes de entidades’. Precisamos construir uma confluência de cidadãos comuns, filiados ou não aos partidos, que ajudem a empurrar por um amplo movimento político pela unidade. Essa confluência de cidadãos entra como um quarto elemento, além dos três partidos, nessa tentativa de unidade e talvez seja a mais importante nesse momento. Bora lá construir esse fórum!
A realização de prévias, defendidas publicamente pelo Tarso Genro e pelo PSOL,com a qual eu tenho grande simpatia, não garante a unidade real se não for precedida de um grande acordo pela unidade, vindo dos partidos políticos. ...