Es evidente que sí, y el fisl llega a su décimotercera edición afirmando su valor en cuanto espacio de activismo a favor del código abierto y del software libre. La pregunta fue tema de una de las conferencias de hoy en el Foro Internacional Software Libre.
La construcción de las políticas que favorecen a la libertad es colectiva, y por lo tanto más elaborada y sólida. En Rio Grande do Sul los bancos usan Linux, en todo Brasil las personas pueden declarar su impuesto a la renta utilizando Linux, profesores y alumnos de escuelas de todo Brasil se vuelven usuarios de computadoras con software libre y buena parte de la programación del fisl está orientada a la educación y políticas públicas.
En 2011 Brasil envió al exterior cerca de 2 mil millones de dólares para el pago de licencias. Todos los avances son fruto del activismo intenso, pero todavía hay una serie de desafíos.
Entre ellos la conexión de las redes, tal como la de Cultura ha buscado hacer para juntas volverse más fuertes, tanto en el diálogo con el poder público y privado, como para las intervenciones culturales que necesitan ser hechas para que el Software Libre sea un tema más discutido por la población.
Escrito por Fernanda Quevedo
E-mail: quevedo@foradoeixo.org.br